MARÍA DEL CARMEN DÍAZ BLANCO Y SU NIETA, LUCÍA CORTINA, DE 3º A
Texto escrito por Lucía Cortina y Esther Díaz, acompañante.
Este martes 22 de marzo, mi abuela María y yo dimos una hora de PLEI para el alumnado del grupo de 1º de ESO B, en la biblioteca de El Coto.
Empezamos con una ronda de cuestiones a
mi abuela sobre sus experiencias en esa vida tan dura que llevó. Nos contó que
nació en un pueblo cerca de Pola de Siero, y que trabajaba ordeñando vacas, y
también en casa, donde se dedicaba a las faenas domésticas.
Una de las preguntas fue: “¿Qué son tus nietas para ti?”; a lo que ella
contestó: “Mi vida entera”.
Mi abuela y yo leímos un total de tres
cuentos, que se podían leer en un power point.
El primero fue Dayoub, el criado del rico mercader. Un criado le pide a su amo un
caballo para huir a la ciudad de Ispaham ya que la muerte le persigue. Nadie le
quiere ayudar excepto un comerciante que le protege dándole cobijo en su tienda
de espejos. La muerte se confunde y coge el reflejo del criado y no a su
persona, por lo cual se salva.
Después de la lectura, hicimos una
serie de preguntas; “¿cómo logra engañar a la muerte?” y “¿qué dos personas
ayudan al criado?”
El segundo, Los dos reyes y los dos
laberintos. Un rey de oriente invita a otro a un laberinto que ha
construido; lo encierra dentro y le hace pasar un mal rato. En venganza, este
le lleva a un laberinto del cual no podrá salir nunca: el desierto.
Preguntas: “¿Has estado alguna vez
dentro de un laberinto?” “¿Por qué el desierto puede ser un laberinto?”; y “¿qué desiertos conoces?”
Y por último, El ratón de campo y el ratón de ciudad. Este último fue el que más
les gustó al alumnado de 1º. Se trataba de dos ratones, el ratón de ciudad y el
ratón de campo, su primo. El de ciudad
invita a su primo a su casa para enseñarle cómo vivía de bien y los manjares
que comía. Pero al ratón de campo no le gustaba, ya que prefería una vida más
sencilla y con menos peligros.
Las preguntas para este cuento fueron:
“¿Qué representa el ratón de ciudad? ¿Y el de campo?” “¿Con qué ratón te identificas?”
Tras acabar la lectura, mi abuela y yo
recibimos un fuerte aplauso por parte de los alumnos y profesoras.